Tenemos una serie de habitos en Navidades entre la que está consumir el Cava . Pero en otras fechas también podemos hacer un buen consumo del cava sin encasillarlo.
Es evidente que es la bebida perfecta para un brindis, pudiendose acompañar en aperitivos, postre y comidas.
En un aperitivo podemos presentar un cava afrutado con un elegante burbujeo. En una cena podemos presentar un cava con tonalidad blanca potenciando la elegancia de los platos de la mesa.
Y en los postres podemos proponer un cava semiseco en contraste con el dulzor de los platos presentados.
La temperatura es muy importante a la hora de presentar el cava. No podemos pretender servirlo a cualquier temperatura y esperar que esté delicioso. Partimos de la base de que el champán se debe degustar a 8º en boca.
Por debajo de esa temperatura perdemos burbujas y aromas, y por encima
de ella, aumenta en exceso la espuma y se arruinan los aromas.
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